Actualmente, la crisis se ha convertido en sinónimo de despido y desempleo. Ante tanta incertidumbre, las empresas no han dudado en sacar la tijera y recortar su plantilla sin tener en cuenta que, en la mayoría de los casos, esta medida se traducirá en un empeoramiento del clima laboral y la motivación.
En estos casos donde la demanda se contrae, la reacción más normal es la búsqueda de reducción de costos en el ámbito laboral. Por este motivo, se ajustan las capacidades productivas.
En este escenario, los máximos responsables del departamento de Recursos Humanos deben modelar un sistema flexible, que combine el bienestar del talento humano con las necesidades de la organización para enfrentar los siguientes desafíos:
Aprovechar las capacidades de tu personal: identifica las destrezas y habilidades de tus colaboradores para alcanzar resultados más eficientes.
Alentar y estimular las actividades emprendedoras en la organización (intrapreneur): los colaboradores deben identificar nuevas posibilidades de negocio, innovar en los procesos y así generar nuevas oportunidades dentro de la empresa.
Conseguir flexibilidad en el talento humano: los colaboradores deben ser motivados a adaptarse a los cambios, seguir aprendiendo y aportar con nuevas ideas para alcanzar la eficiencia necesaria.
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